El trayecto duró unas 5 horas y llegamos a Ica. la temperatura era muy agradable y por fin vimos el sol en su pleno esplendor.
En Ica cogimos un taxi para que nos llevase a Huacachina, el oasis natural. Al llegar allí buscamos alojamiento para poder acomodarnos antes de empezar a conocer la zona.
Encontramos el Hotel Curasi, de tres estrellas. El alojamiento con desayuno nos costó 140 soles (unos 40 euros) los dos por noche. El hotel era muy bonito, habitaciones amplias, baño en la habitación, television, Wifi y piscina. El personal del hotel muy amable.
La primera toma de contacto con la zona fue espectacular. Ver aquel precioso oasis rodeado de sus preciosas y enormes dunas. El oasis está rodeado de hoteles y locales que se dedican al turismo,bonitos restaurantes y mucha tranquilidad.
Sin duda nuestro viaje estaba empezando con muy buen pie.
Nos informamos sobre las actividades que se podían llevar a cabo por la zona y decidimos contratar una excursión con bugies por las dunas y hacer sandboard.
Antes de hacer la excursión comimos en una de las terrazas del oasis, comimos lomo saltado y seco de res, muy buena calidad precio. Descansamos un ratito ya que las horas de autocar cansan mucho.
Hora de empezar nuestra excursión. Los buggies eran de unas 12 personas aprox. Nos alejamos bastante del oasis y fue una experiencia muy divertida. Por mentira que parezca esos buggies cogen bastante velocidad y los conductores de los mismos hacian sus peripecias haciendo que subiera mucho la adrenalina.
En una de las dunas nos paramos para probar el sandboard. La primera vez impone bastante, pero merece la pena. Nos tiramos por las dunas de pie, sentados y tumbados.
Luego nos paramos entre las dunas y tuvimos el placer de ver la puesta de sol en aquel mágico paisaje. Sin duda, una de las actividades que más recomendamos de nuestro viaje.Muy muy diivertido y unas vistas incomparables.
Por la noche, despues de un día movidito, cenamos algo rápido en uno de los restaurantes del oasis y a dormir, que el día siguiente tocaba seguir con la ruta.
Por la noche, despues de un día movidito, cenamos algo rápido en uno de los restaurantes del oasis y a dormir, que el día siguiente tocaba seguir con la ruta.